-Lo siento.
José Luis abandonó el box. Era al tercer contaminado al que
tenía que decirle lo mismo.
Abandonaba a su suerte a una persona infectada por el
COVID-19.
Cuando la economía prima, sobre todo, nos volvemos números,
y los números pueden ser rojos o verdes.
Es la manera en que el mundo económico funciona. Pero hay
campos que no pueden tener números y la sanidad es uno de ellos.
José Luis es uno de los miles de médicos españoles, que lucha
contra el coronavirus. Con pocos medios. Y sobre el que se quiere cargar toda
la avaricia de unos, la incompetencia de otros, dejadez de muchos…
José Luis tiene que decidir el efecto de la política
económica del mundo. De la manera más cruel. Decidir quién vive y quién no.
Cruel, pero necesaria en estos momentos de escasez de medios
materiales en la sanidad.
Cuando los economistas americanos dijeron:
-
¡Fuera regulaciones! ¡Viva el mercado libre!
estaban dando el pistoletazo de salida a todo lo que está
pasando. Era la época de Reagan y Thatcher.
Se caía la Unión Soviética y no había enemigo, ya, para el
capitalismo. Barra libre y la factura la pagan los estados.
Esta crisis ha dejado al aire todas las vergüenzas de esta
sociedad:
-
El consumo desaforado de la población
-
La avaricia de los empresarios.
-
La dejadez y falta de ideología de las múltiples
izquierdas.
-
Etc.
La globalización es un caramelo, muy dulce al principio, pero,
para la mayoría muy amargo al final.
·
Fortunas escandalosas.
·
Pobreza, cada vez mayor, en los países del
llamado primer mundo.
·
Medios de comunicación sumisos.
·
Pérdida del valor de la experiencia (nuestros
mayores no valen nada).
·
Muchas pérdidas ideológicas y ninguna idea
nueva.
·
Un mundo de consumo.
·
Robo a las arcas públicas.
·
Líderes más preocupados de las redes sociales
que de la ciudadanía.
Todo mercado, y es muy bonito, pero quien no tiene dinero
para comprar en el mercado, se muere de hambre.
José Luis, inconscientemente, es el brazo ejecutor de la
política de este mundo. EL problema del suministro de esta pandemia es la luz
roja de una situación. Lo triste es que, cuando la luz roja se apague,
volveremos a nuestras pequeñas miserias.
José Luis decide hoy entre un joven y un viejo. Mañana entre
un emigrante y un nativo. Pasado entre un rubio y un moreno. Y un día entre un
rico y un pobre.
¿Estamos ante el primer ejercicio público de eutanasia
activa?
Tristemente parece ser que sí.
Buenas tardes. Desgraciadamente así es, asistimos a una normalización de la miseria donde nuestros médicos tienen que tomar decisiones que antes sólo se tomaban en países tercermundistas. Este virus y esta época nos devuelven una dura cura de realidad: la distancia del primer mundo con el tercero se reduce desgraciadamente mas rápido por el deterioro de éste frente al vano intento de mejorar el otro. Saludos.
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