Amancio Ortega ,heroe o villano



¿Qué es, realmente, el hombre más rico de España y uno de los más ricos del mundo?, ¿un empresario de éxito?, ¿visionario, capaz de adelantarse a su tiempo? o ¿un explotador?
Quiero, con este pequeño artículo, daros una visión resumida, desde mi punto de vista, del porqué, e intentar explicar dónde está, también en mi opinión, la clave.  
Su fortuna no se basa en la alta tecnología, ni siquiera en la tecnología a secas. No ha creado nada que nos haya facilitado la vida, ni que haya supuesto un avance en ella. Simplemente es un fabricante de ropa. 


            El textil es el sector industrial de más baja tecnificación.

 Según cifras del Banco Mundial, con 10 millones de dólares se crean 375 puestos de trabajo. En el sector energético, con la misma inversión, se crea un solo puesto.

Tecnología barata, mano de obra sin cualificación, donde la mayoría son mujeres. En cualquier país del mundo hay abundancia de todo ello. Las mujeres saben coser y no suelen ser muy reivindicativas. Esto, unido a que hablamos de dictaduras de oriente, nos lleva a condiciones de trabajo y salarios míseros e instalaciones mínimas. Se puede subcontratar la mano de obra (abunda la mujer que trabaja en casa cobrando por pieza fabricada). Es una de las características. Se montan las distintas piezas por separado y se remata la prenda en la fábrica, con lo cual los costes de producción bajan.
Hilos, botones, cremalleras, tejidos, entretelas, … todos ellos son fáciles de fabricar. Tecnología básica. La maquinaria es de mantenimiento sencillo y fácil de manejar.  Es por lo que el textil es la primera industria que cualquier país, que pretende salir del subdesarrollo, pone en marcha.
Esto, unido a una serie de factores locales, nos permite comprender el fenómeno Inditex

Estamos en los años 80. El país ha salido de la dictadura. La ropa no es un artículo de consumo masivo. Lo habitual es tener poca, pero duradera. El textil se divide entre ropa de calidad o de mercadillo (ropa para la gente de más bajo nivel económico). La ropa dura mucho y cansa.
Una clase social urbana, cada vez más numerosa, busca otros artículos más económicos, pero más actuales. El concepto pret a porter (nacido en Francia, en los años 50, y que designa un tipo de ropa producida en plan industrial repitiendo patrones bajo demanda) empieza a extenderse.
Efectivamente, nos cansa llevar lo mismo y empezamos a desear cambiar. Desaparece el concepto de ropa de domingo y de diario. La ropa es para usar cuando queramos. No tiene que ser un uniforme.
Se rompe con la costumbre del uso del traje y la corbata como manera de vestir, y la ropa informal surge con fuerza. 

Empieza la era del consumo.

 La venta al por menor está canalizada a través del pequeño comercio (ligado a calles céntricas y comerciales), o a grandes almacenes.

El sector textil se ha desplazado, desde Cataluña, a otras zonas del país. Galicia, por sueldos más bajos, toma el relevo.
En los años noventa se produce el fenómeno de Moda Galicia. Un movimiento mitad empresarial, mitad autonómico. Eran los tiempos de las reconversiones navales. Había que decirle a la población que el naval no tenía futuro y que podíamos ser el relevo de los italianos (recuerdo un artículo en prensa anunciando el fin de Milán como cuna de la moda europea).

El sector textil gallego vive sus mejores momentos en los años 80 y 90. Adolfo Domínguez y su lema, “La arruga es bella”, es la punta de lanza del sector. Una industria atomizada y con pies de barro.

La industria textil gallega tiene su origen en Regojo, una empresa nacida en los años 30, en Redondela. Destacará como una empresa que, podríamos decir, salvando las distancias, tiene un cierto parecido con Inditex, al hacer, prácticamente ellos solos, todo el proceso: fabricaban sus propios tejidos y con ellos confeccionaban camisas. Desapareció en 1987. Llegó a tener 1 500 empleados en su mejor momento y fue un vivero de otras empresas del sector.
Una pata de este sector, y para mi muy importante, es Refrey, empresa creada en 1948 por uno de los hermanos Freire (familia ligada a la construcción naval), dedicada a la fabricación de maquinaria textil, llegó a fabricar 30 000 máquinas en un año y a tener 500 empleados. Cerró sus puertas en el año 1992.

¿Cuál es la razón del éxito mundial de INDITEX? 

Para analizarlo hay que analizar el contexto del textil de esos años: cuál es la estructura empresarial y cómo funciona el mercado.
La mayoría de las empresas surgen a raíz de empleados que abandonan empresas para intentar la aventura por su cuenta. Normalmente son patronistas o agentes comerciales, aunque en muchas ocasiones nace tras una asociación de ambos.

El funcionamiento del sector era más propio de los años 20 que de los 80. El ciclo solía comenzar en el mes de enero. La fábrica prepara una colección de prendas que solía variar en función de su nivel de mercado y su especialidad. A finales de enero se celebran las principales ferias comerciales. Acudían las empresas a partir de un nivel de facturación. Una feria es cara, hay que pagar un espacio ,una decoración, desplazar empleados, agasajar a los visitantes, ... En aquella época el coste de un espacio de unos veinte metros cuadrados, durante los tres días que duraba una feria textil, desplazando a 3 empleados, era de un millón de las antiguas pesetas (unos 6000 euros). El número de prendas oscilaba entre las 50 y las 200 unidades, dependiendo del tipo de prenda que comercializabas.
Durante febrero y marzo, los agentes comerciales recorren la zona geográfica que tienen asignada, y visitan las tiendas, hacen los pedidos, recopilan y los remiten a las fábricas.

Aproximadamente después de semana santa se piden, a proveedores, los materiales para fabricar las prendas. El personal se iba de vacaciones y a la vuelta se comienza el proceso de fabricación de las prendas, las cuales se entregan entre la segunda quincena de agosto y la segunda de septiembre.
Se evidencia una de las grandes carencias del textil: un pedido no obliga a nada, ni siquiera suele estar firmado por el comprador. Realmente no compromete a nada. Te pueden devolver la mercancía por cualquier razón, justa o injusta. El pedido no tiene validez legal alguna.
El pago de la mercancía se realiza con una letra de cambio a 90 días, en las empresas pequeñas, y a 120 días en los grandes compradores
Desde ese mes de enero, en el cual una empresa empieza con su colección de ropa, hasta que cobra, pasan 9 meses. ¿Cómo se soportaba financieramente?, pues recurriendo al endeudamiento bancario con un evidente encarecimiento del producto.

Inditex rompe el sistema

Fabrica y vende directamente al público, con una anticipación sobre los cambios que se avecinaban. 

Tomando como ejemplo al sector del automóvil con sus costes ajustados, su logística, su falta de estocaje, etc., las prendas se fabrican y, si no se venden, se retiran; renovando constantemente los artículos, consiguiendo que el cliente cambie su manera de comprar (de hacer aquella compra de temporada a comprar sobre la marcha), visitando las tiendas varias veces a lo largo de la temporada y no una como era habitual anteriormente.
Fabricando en 10 días, poniéndolo en tienda en otros 10, y cobrando la venta en efectivo se consigue un flujo económico que te convierte en independiente del mercado bancario.  Tú ya no vas al banco a buscar financiación, es él el que va a ti buscando tu dinero.

En esta carrera varias empresas lo intentaron, alguna sobrevive, pero muchas cayeron en el intento.

Inditex tiene la discreción como máxima. Aparte de Amancio Ortega y de su director general, Pablo Islas, no se conoce el nombre del equipo que dirige la empresa. No hay publicidad, ni de los productos ni sus directivos salen en los medios de comunicación. No se conocen las identidades de las personas que aportaron ideas para crear la primera empresa textil del mundo.
Ningún español ha conseguido los logros industriales ni económicos que ha logrado Amancio Ortega, pero la pregunta sigue siendo la misma: ¿héroe o villano?

En el mundo anglosajón sería un héroe. Recibiría honores de todo tipo. Sería el hombre hecho a sí mismo. El millonario ejemplo para la sociedad. Pero en el latino, no. ¿Por qué? ¿la desconfianza del latino ante alguien enriquecido en un corto periodo de tiempo? Hay que ser pobre pero honrado. Quizá haya también una pequeña dosis de envidia, el defecto nacional.

Inditex es un monstruo que devora todo a su paso. Acabó con el resto del textil en España. Con las fábricas y las pequeñas tiendas. Hoy su pelea es con las otras multinacionales. Necesita muchas prendar para alimentar la maquinaria de consumo que nosotros mismos ya demandamos.  Porque la realidad es que sin ese consumo desmedido Inditex no seria lo que es.

 Somos nosotros los que sustentamos al gigante.

En estos tiempos convulsos de pandemia, cuando sus donaciones  son criticadas por una parte de la sociedad ,salen las acusaciones de trabajo en condiciones de esclavitud en Brasil. Asoman las contradicciones del sistema implantado por Inditex. Por mucho que se quiera negar la realidad, lo cierto es que es incontrolable el volumen que mueven. Cuando un proveedor te da ciertos precios sabes, porque dispones de especialistas en la materia, que ese precio se consigue a costa de unas condiciones laborales, que, como dicen los técnicos, requieren taparse la nariz para aceptarlas.
Inditex no puede alegar desconocimiento, porque lleva años mandando a sus técnicos a controlar las producciones a China y a todo el sudeste asiático, y cualquier técnico, cuando llega a una empresa, conoce, simplemente por su estructura, su nivel de producción, y hay producciones que salen las cuentas si parte de ese trabajo se ha hecho en talleres pequeños y en condiciones laborales que dejan mucho qué desear respecto a condiciones laborales.

Amancio Ortega no es mejor ni peor que otros mega-millonarios actuales. Solamente aprovecha el sistema, sobre todo sus ventajas fiscales. Gestiona su looby buscando lo mejor para sus intereses. Nos da lo que demandamos. Satisface nuestras ansias de consumo. Existe porque el mundo en que vivimos necesita de él, porque eres feliz cambiando de ropa, llenando armarios.
 Nuestro consumo le ha hecho millonario.

Por otra parte, si en este país hubiera justicia fiscal, un sistema impositivo que no permitiera las vergüenzas que vemos con las multinacionales, no necesitaríamos de sus donaciones. 

¿Héroe o villano?
Eso ya lo dejo a tu opinión.

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